La zona semiforestal del Park Güell permanece cerrada al público desde enero


UN GAUDÍ ASOLADO


El Ayuntamiento ha convocado un concurso para que alguna empresa retire los árboles maltrechos

Luis Benvenuty | Barcelona | 29/03/2009 Ciudadanos
La Vanguardia

Jordi Espinet, vecino del barcelonés barrio de la Salut, se acerca a la indignación cuando dice que no entiende cómo es posible que la mayor parte de la zona semiforestal del Park Güell permanezca cerrada al público desde el terrible temporal del pasado mes de enero. Entonces, rachas de viento cruzadas de más de cien kilómetros por hora tumbaron más de un millar de árboles en este rincón de Barcelona, principalmente pinos blancos de grandes dimensiones, muchos de ellos centenarios. Aquel siniestro obligó a clausurar toda esta obra de Gaudí durante tres días. Ochenta de estos árboles derruidos se encontraban en la zona monumental. Aún faltan unos cuantos meses para que esta postal de Catalunya recupere su esplendor.

"Desde la gran ventisca tengo que darle la vuelta a la montaña para poder ir a la biblioteca del Carmel - asegura el ciudadano Espinet-,subir y bajar un montón de cuestas y tardar un cuarto de hora más. Porque esto es también un problema de movilidad. Además, me he quedado sin uno de mis paseo preferidos. Y no soy el único. Los habituales del Park Güell, gente de la ciudad, ya estamos hartos. Ya no podemos ni jugar a la petanca. No sé qué ha estado haciendo el Ayuntamiento desde enero".

Y es que las vallas municipales que sólo pueden salvar las palomas no suponen únicamente una decepción para los miles de turistas que se acercan a esta obra de Gaudí y se conforman con fotografiar el banco ondulante, también son un engorro para muchos vecinos de los barrios circundantes, quienes de manera habitual utilizan como zona de paso los espacios restringidos desde hace más de dos meses. Fuentes municipales explicaron que el Ayuntamiento espera reabrir al menos una pequeña parte de las doce hectáreas afectadas durante la primera quincena de mayo. Pero el objetivo es recuperar la normalidad antes de que concluya la primavera.

"Es que no damos abasto - aseguran los jardineros municipales que trabajan en el lugar-.Lo que ocurrió en enero fue un desastre, como si se cruzaran varios huracanes que lo destrozaron todo. Fue una pena. Los turistas se decepcionan al encontrarse con la valla, y mucha gente de aquí, harta de tener que dar la vuelta cuando se dirige a su trabajo, te pregunta cuándo podrán volver a cruzar por esta zona. Pero es que es muy peligroso adentrarse ahora por aquí. Cualquiera de esos troncos y ramas a punto de caer puede matarte".

El dedo de uno de los trabajadores señala el Turó de les Tres Creus, en lontananza. "¿Ves las cruces? Pues antes del temporal no podían verse. La zona del mirador está asolada. Nunca habíamos visto nada parecido. Hemos perdido la cuenta de todos los árboles que hemos retirado". El Consistorio convocó recientemente un concurso para que alguna empresa retire los árboles maltrechos por algo más de cien mil euros. Aún está pendiente de adjudicación pero confía que los trabajos comiencen después de Semana Santa. El próximo otoño, introduciendo otras especies mediterráneas y con flor, se replantará la zona, aunque con menor densidad a la de antes del temporal a fin de prevenir nuevos desaguisados.

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