La cruz de Gaudí corona de nuevo la torre de Bellesguard

Colocación del pináculo restaurado de la torre de Bellesguard, ayer. Foto: ALBERT BERTRAN
  1. Tras la amenaza de desplome de hace un año, ha recuperado sus colores originales
  2. El ayuntamiento negocia con la familia nuevas mejoras en el inmueble y en el jardín


DAVID PLACER
BARCELONA

Casi nadie recordaba que la cruz de la torre de Bellesguard, creada por Gaudí hace 100 años, tuviera colores tan vivos en su trencadís de cerámica. Ayer, una enorme grúa devolvió la pieza completamente restaurada a su lugar original, a lo alto de la torre, en la calle del mismo nombre en Sant Gervasi, de donde fue retirada de urgencia hace un año por un peligro de desplome inminente.
Con la cruz reluciente y el pináculo reforzado con un soporte de dos vigas, los trabajos para salvar el monumento entran en su fase final y finalizarán en pocas semanas. Ahora, los restauradores deberán recomponer, en las alturas, las rosas de piedra que conforman su base. Se espera que a final de mes los andamios que rodean la torre sean retirados.

MATERIALES DESGASTADOS
Los responsables municipales creen que la principal causa del repentino deterioro que sufrió el inmueble hace un año fue el desgaste de los materiales centenarios. "Fue una intervención complicada porque no conocíamos a fondo la pieza. Una vez que se desmontó la cruz, comenzamos a entender mejor la estructura", dijo el concejal de Urbanismo de Barcelona, Ramon García-Bragado.
El ayuntamiento no ha podido establecer una relación directa entre las explosiones causadas por los trabajos para la construcción de una gran tubería de agua en Collserola (dirigida por el departamento de Medi Ambient) y el repentino deterioro de la casa. Pese a que varios inmuebles de la zona sufrieron daños en esos días --entre ellos, la universidad Abat Oliba y un gimnasio-- y que los vecinos sintieron temblores moderados, los técnicos del ayuntamiento aseguran que las vibraciones en la zona no fueron significativas.
Los encargados de la restauración sostienen que Gaudí fue demasiado audaz y arriesgado en esta creación y que "llevó los materiales al límite". Aun así, ninguno se atreve a sentenciar que el genial arquitecto se equivocó, a pesar de que sus explicaciones apuntan hacia esa dirección.
Las obras, que han costado unos 600.000 euros, han sido pagadas a tres partes iguales entre la Generalitat, el ayuntamiento y la familia propietaria. Jordi Rogent, responsable de Patrimonio del ayuntamiento, informó de que el consistorio negocia con los dueños futuras restauraciones en el interior del inmueble y en los bancos de los jardines, que han perdido muchas piezas de cerámica y muestran deterioro.

BANDERA VISIBLE
Desde ayer, la bandera catalana, que bordea la base de la cruz, ya se puede distinguir con claridad. Durante la guerra civil fue pintada de gris para evitar que la casa fuera bombardeada por las tropas franquistas, según explican los restauradores. Una intervención en 1985 pintó las piezas de cerámica de rojo y amarillo, pero el paso del tiempo hizo que los colores perdiesen lustre. Con la utilización de vidrios de color, similar a los originales, la cruz tiene garantizados muchos años de brillo.

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Gaudí se equivoco, los materiales han envejecido mas de la cuenta, pero la dinamita no causo seguramente ningún efecto, me gustaría saber porque entonces la Generalitat y el Ajuntament estuvieron tan dispuestos a colaborar con los propietarios del edificio.

No pasa nada si algún periódico se atreviese a decir la verdad o tal vez la censura o autocensura es mayor de la que los ciudadanos pensamos.

Luis Gueilburt

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