Estrellas, exquisiteces y Gaudí

Los 'chefs' catalanes con estrellas Michelin cocinan este mes para 250 comensales en la terraza del edificio La Pedrera de Barcelona

ROBERTA BOSCO - Barcelona - 10/07/2009
El Pais

Vermut al plato, tartar de gambas con agua transparente de tomate, biquini de brandada de bacalao, pulpo con beicon a la brasa y así hasta una quincena de platos, excluidos los postres. Se trata del menú inaugural de Noches de Cocina en La Pedrera, un programa de cóctel-cenas con música ambiental, que tienen lugar todos los jueves de julio en el tejado de la Casa Milá, más conocida como La Pedrera, una de las construcciones más célebres de Antoni Gaudí.

Cada cocinero elabora un menú degustación que cuesta 65 euros

El atardecer hace de los techos del Ensanche un cuadro impresionista

Los maestros de ceremonia de esta iniciativa de Caixa Catalunya, que conjuga la excelencia arquitectónica con la gastronómica, son seis cocineros catalanes con estrellas Michelin, el mayor reconocimiento internacional en el campo culinario. De esta forma, las onduladas y orgánicas líneas de La Pedrera, que en su época fueron sinónimo de vanguardia y atrevimiento, sirven de escenario para los platos de los cocineros que han sabido renovar y dinamizar la cocina catalana, convirtiéndola en un símbolo de innovación y audacia, reconocido en los más destacados foros gastronómicos internacionales.

Se trata de Carles Gaig, del restaurante homónimo, y su alumno Felip Llufriu, del restaurante Moo; Joan Roca, del Celler de Can Roca de Girona; Fina Puigdevall, de Les Cols de Olot, y Nandu Jubany, de Can Jubany del Calldetenes, cerca de Vic. Dado el extraordinario éxito de la propuesta y la avalancha de reservas, Caixa Catalunya ha añadido al programa la noche del viernes 24 de julio, que contará con la presencia de Carles Abellán, chef del restaurante Comerç 24, del bar de tapas Tapaç 24 y del histórico bar Velódromo, recién reinaugurado.

Cada cocinero ha sido invitado a elaborar un menú degustación, que se sirve al precio de 65 euros, e incluye una amplia variedad de vinos del país y, para concluir, cócteles de cava y fruta, mojitos, caipiriñas y gin-tonics con hielo de colores.

Para la noche inaugural, todos los chefs colaboraron en la realización de un menú colectivo que puso de manifiesto, por un lado, sus diferentes personalidades y, por el otro, el común denominador que ha convertido la nueva gastronomía catalana en una marca de éxito internacional: la especial capacidad para mezclar platos tradicionales con experimentos culinarios, así como de reinventar las recetas de toda la vida, combinando ingredientes autóctonos con elementos exóticos, insólitos y de países lejanos. Es el caso de los albaricoques rellenos de foie-gras con trufa, de la coca de llardons con salmón y queso del Berguedà o de la caballa con setas.

Para los 250 comensales que han sido lo bastante precavidos para reservar con tiempo (teléfono 902 101212 o www.telentrada.com), la velada empieza a las nueve de la noche con el disfrute de un atardecer que convierte los techos del Ensanche en una pintura impresionista. Tras el encendido de las farolas modernistas del paseo de Gracia, la cena continúa con ritmo pausado hasta la medianoche.

Los organizadores han aprovechado la peculiar conformación del tejado de La Pedrera, con sus múltiples niveles y terracitas ocultas, enlazadas por sinuosas escaleras, para crear rincones acogedores con mesitas, taburetes y cómodas colchonetas, que invitan a descansar mirando las estrellas. Si el tiempo no acompaña, el evento se traslada bajo las espectaculares bóvedas del desván, que acoge el Espai Gaudí, donde se ofrece un recorrido por la vida y la obra del arquitecto.

Anoche, el encargado de agasajar a los comensales fue Felip Llufriu, del cosmopolita Moo, el restaurante del hotel Omm, que con su bar musical se ha convertido en uno de los puntos calientes de la noche barcelonesa. Un espacio vanguardista y minimalista, con reminiscencias japonesas, es el marco ideal para las experimentaciones culinarias de este joven chef que tiene la habilidad de transformar productos cotidianos en auténticas delicatessen.

Anoche lo demostró con un menú en el que destacaron las cerezas con foie-gras y oporto, el carpaccio de pichón con helado de ginebra, las gambas con pies de puerco y el tiramisú de maracuyá. La próxima cita con la cocina de autor en La Pedrera será el 16 de julio con Nandu Jubany, uno de los referentes gastronómicos de la comarca de Osona, con una carta en la que destacan las setas, la caza, las trufas y los mejores pescados.

El 23 de julio tocará a Fina Puigdevall de Les Cols, situado en una antigua masía de La Garrotxa, cuya reforma con cristal y acero mereció un Premio FAD.

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Gaudí tenia razón, previó que la Pedrera se convertiría en un hotel, por ahora se ha reconvertido en un restaurante ya no falta mucho, no hay como ver el futuro....

Luis Gueilburt

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Comentarios

  1. La banalización a que estamos llegando con el genio más importante que Cataluña ha dado al mundo es cada vez más preocupante. Que la azotea de la Pedrera se convierta en restaurante es una falta de respeto total y absoluta a la obra de Gaudí. Nuestro patrimonio de la humanidad reducido a mero decorado "cool" para gente moderna. Una verdadera pena.

    Luís, muchas gracias por mantener este blog, es realmente muy interesante para cualquier enamorado de Gaudí.

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  2. Gracias a ti Fran por seguir las noticias que se publican sobre Gaudí, asi estamos es un cambio de época no una época de cambios, un cordial saludo
    Luis

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