El cuarto es primo

Muy interesante este articulo ademas se habla en profundidad de una casa de Tarragona construida por J.M. Jujol
y Gaudí siempre presente
Felicidades a su autor

Comentarios

  1. Carme Carbó (UPC)15 de mayo de 2010, 23:17

    Este artículo es solamente un reflejo de la realidad que viven muchas ciudades de nuestra geografía. Éstas sufren un proceso de transformación que, en mi opinión, se dirige a crear un escaparate atractivo para llamar al turismo de una u otra forma, destacando aquella etiqueta que se les ha colocado años atrás por cualquier característica que posean, el caso de Tarragona es bastante claro.

    En consecuencia, el centro de las ciudades se convierte prácticamente en museo olvidado, mientras que la ciudad crece y se extiende en las periferias. Esta no es la solución. El centro de las ciudades es historia escrita en sus edificios, en sus calles, en las gentes que han vivido en él. No podemos simplemente mirar a otro y dejar que se pierda.

    Volviendo al artículo, el autor también critica el tema relacionado con los restos encontrados de otras culturas pasadas. Está claro que éstos son los únicos que nos pueden explicar su propia historia, pero lo que no se puede hacer es derribar edificios vivos en la actualidad. Y la cosa es más grave si resulta que éstos han sido construidos utilizando partes de murallas, o templos. Según nos explica, una parte de la muralla ha sido “salvada” porque cerca de la misma hay una casa que se le atribuye al arquitecto Josep Maria Jujol, que no por méritos propios de la muralla.

    No obstante, cabe destacar la genialidad de Jujol en solventar el problema de desniveles que aparece en este edificio. Me ha parecido muy interesante la descripción del autor de la casa Ximenis. Capta mi atención, otra vez, el tratamiento de la forja en los balcones y, especialmente, el banco que propone en el mismo (igual que en la casa Vicens) que nos invita a pensar en lo agradable que sería en su época sentarse allí a disfrutar del paisaje.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario