Los 8 domicilios de Gaudí

El arquitecto residió en fincas de Ciutat Vella, el Eixample y Gràcia, donde compró finalmente su única propiedad en el parque Güell

Martes, 19 de noviembre del 2013
CRISTINA SAVALL / Barcelona
Antiguos domicilios de Gaudí en Consell de Cent, 370; en Verdaguer i Callis, 17; y en la placeta de Montcada, 12, la semana pasada. FRANCESC CASALS 

Antoni Gaudí empezó a trabajar en la construcción del templo de la Sagrada Família el 3 de noviembre de 1883. Este mes se han cumplido 130 años desde que sustituyó a Francisco de Paula del Villar, arquitecto diocesano que dimitió por discrepancias presupuestarias un año después de colocarse la primera piedra.

Con motivo de esta efeméride, la Fundación de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Família propone tres itinerarios por las calles de Barcelona para conocer mejor a Gaudí. El recorrido por sus obras más destacadas es recurrente, pero sorprenden el que se acerca a las casas en las que habitó y el que reproduce el largo camino que andaba cada día desde que en 1906 se trasladó a vivir a la casa del parque Güell.

La basílica distribuye una guía con mapa en su punto de información de la calle de Sardenya, donde se señalan con un código de colores las tres rutas.
rutas que recorren los lugares en los que vivió Antoni Gaudí 

 El itinerario dedicado a los ocho domicilios
particulares se remonta a septiembre de 1868, cuando se trasladó de Reus a Barcelona para acabar el bachillerato. Antoni Gaudí y su hermano Francesc, que empezó los estudios de Medicina, se instalaron en una habitación realquilada en una trastienda de la plaza de Montcada, 12. «Muchas de sus casas fueron derribadas, pero lo importante es entender su forma de vida. No era de Barcelona pero quería quedarse» , cuenta Jordi Bonet, arquitecto emérito y asesor del Patronato de la Junta Constructora, que en sus archivos conserva tarjetas de visita de Gaudí. «De allí salen algunas direcciones» .

 Al cabo de dos años, cuando el arquitecto seguía algunas asignaturas por libre en la facultad de Ciències, sus padres decidieron trasladarse a Barcelona con su hija Rosa para estar cerca de sus hijos. Ello propició un cambio de casa, pero no de barrio, aún en la Ribera. Esta vez en Espaseria, 10, que enlaza Santa Maria del Mar con el Pla de Palau.

 El siguiente domicilio fue la vivienda de su tía materna, Úrsula Cornet, en el cuarto piso de la calle Verdaguer i Callis, 16, que entonces se llamaba Montjuïc de Sant Pere. Otra vez, permanecieron solo dos años. «Fue de 1872 a 1873, justo delante del solar donde en 1904 Lluís Domènech i Montaner alzó el Palau de la Música» , indican Anna Bellorbí y Laia Vinaixa, que han documentado las tres rutas con datos del archivo de la Sagrada Família.

 Después se mudó a la calle de la Cadena, 22 (hoy, rambla del Raval), cerca del antiguo Hospital de la Santa Creu, donde el arquitecto fallecería en 1926.

 1876 fue un año triste para Gaudí al morir su madre y su hermano, recién licenciado. El padre decidió entonces cambiar de vivienda y de barrio, por lo que alquiló un piso en el nuevo Eixample, en la calle de Consell de Cent, 370. Eso supuso un cambio en el estilo de vida, ya que el creador de la Pedrera abrió su primer estudio en la calle del Call, 11. «Acababa de conseguir el título de arquitecto. Fue cuando Elies Rogent, presidente del Tribunal de la Escuela de Arquitectura, comentó: ‘Hoy hemos dado el título a un genio o a un loco’» , recuerda Bonet. Al cabo de tres años falleció Rosa, y su viudo abandonó a su única hija, de 3 años, por lo que el padre de Gaudí tuvo que hacerse cargo de ella. En 1889, cuando su sobrina terminó sus estudios en un internado de Tarragona, padre e hijo se fueron a vivir con ella a la calle Diputació, 339.

 Allí vivieron hasta 1906, cuando falleció el abuelo y Gaudí compró su primera propiedad: una casa del parque Güell en la carretera del Carmel, que fue diseñada por su ayudante Francesc Berenguer como una muestra de la urbanización que nunca existió. La sobrina murió en 1912, y al cabo de 13 años él se fue a vivir a su obrador en la Sagrada Família. «Gaudí siempre andaba. Se cruzaba la ciudad entera. Una noche saliendo del templo resbaló y cayó, por lo que le aconsejaron que instalara su dormitorio donde se pasaba el día trabajando. En esa época cerca del templo no había ni pavimento ni alumbrado» , explica Bonet.

 Al cabo de pocos meses, perdió la vida atropellado por un tranvía cuando, como cada tarde, iba a rezar a la iglesia de Sant Felip Neri. «Cuando se leyó su testamento, supieron que destinaba la venta de su casa del parque Güell a gastos de las obras de la Sagrada Família» , añade. Desde 1963 es la Casa Museu de Gaudí que alberga una colección al público sobre la cara más íntima del arquitecto.

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