El modernismo sale caro

El precio de la entrada a las obras de Gaudí y de Domènech i Montaner oscila entre 7 y 21,50 euros

El tíquet de la Casa Batlló y La Pedrera supera al de la Alhambra, la Torre Eiffel y el Coliseo de Roma


19 enero 2014

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CRISTINA SAVALL
BARCELONA
Domingo, 19 de enero del 2014
 
Las visitas más caras a edificios modernistas abiertos al público sitúan su epicentro en el paseo de Gràcia. En un centenar de metros, la avenida barcelonesa congrega a La Pedrera y a la Casa Batlló (ambas de Antoni Gaudí y declaradas Patrimonio de la Humanidad), la Casa Lleó i Morera de Lluís Domènech i Montaner, que a partir de mañana entra en el circuito turístico, y la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch, que inaugurará su etapa museística esta primavera tras largos meses de obras de remodelación arquitectónica.

Todas ellas están en manos privadas y no reciben subvenciones de las instituciones públicas, pero la elevada inversión para reformarlas y adecuarlas a las exigencias de los visitantes ha resultado rentable. Las entradas se pagan a precio de oro y aún así es habitual ver colas de turistas en la calle de las marcas internacionales de lujo.

El tíquet más caro alcanza los 21,50 euros, que es lo que cuesta el acceso a la Casa Batlló, una cantidad bastante superior a los 14,30 euros que abona un adulto por recorrer La Alhambra de Granada en visita diurna, inclusive la Alcazaba, el Palacio de Carlos V, los palacios Nazaríes, los palacios y jardines del Generalife y el baño de la mezquita.

MÁS QUE WESTMISTER / La Casa Batlló supera, incluso, la tarifa de la Torre Eiffel (15 euros con ascensor hasta la cima), la de la Torre de Pisa (18), la del Palacio Ducal de Venecia (16), la del Coliseo de Roma (12) y la del Palacio de Westmister, que acoge al Parlamento del Reino Unido. La entrada del palacio que alberga la torre del mítico reloj Big Ben cuesta 16,50 libras (unos 20 euros), pero por razones de seguridad solo se puede acceser el sábado y por vacaciones.

La remodelación del edificio que Josep Batlló encargó a Gaudí en 1904 es de los recintos más caros de Europa, pero aún lo supera la Torre de Londres, también Patrimonio de la Humanidad, cuyo tíquet cuesta 21,45 libras (26€). La fortaleza que desde el siglo XI se asienta sobre el río Támesis cobija las Joyas de la Corona Británica, su gancho turístico.

Júniors (7-18 años), séniors (+65) y estudiantes con carnet tienen descuentos al entrar a la Casa Batlló por lo que pagan 18,50 euros. Para los niños menores de 7 años el acceso es gratuíto. Gary Gautier, responsable de gestión y organización de la Casa Batlló, explica que la apuesta de su empresa es la excelencia. «El visitante sale enamorado de la casa. Para ello es primordial invertir en el mantenimiento y en la restauración. Contamos con un equipo de ocho personas dedicadas en exclusiva a ello, que a su vez subcontratan a especialistas», señala Gautier.

Nunca se quedan con los brazos cruzados. «A pesar de estar bendecidos por Gaudí siempre buscamos superar la calidad de la visita», agrega. La última incorporación son unas videoguías que mezclan la realidad aumentada con elementos virtuales. «A través de ellas podemos ver cómo era la vida de la familia Batlló en ese edificio a principios del siglo XX», asegura el responsable de gestión, 
convencido de que lo que hace única a la Casa Batlló es la buena relación que mantuvo el propietario con el arquitecto. «Gaudí dispuso de total libertad».

DESCUENTOS / El acceso a la Casa Milà, conocida como La Pedrera, en la esquina de Provença con paseo de Gràcia, sale por 16,50 euros. La fachada se encuentra en proceso de rehabilitación por lo que a partir de febrero estará todo el 2014 cubierta por una lona. Ello no impedirá que continúen las visitas, que resultan más baratas a los discapacitados y a los estudiantes (14,85), a los niños entre 7 y 12 años (8,25) y gratis para los menores de 6 años. En el ránking de precios del modernismo barcelonés le sigue de cerca la Torre Bellesguard, que desde el año pasado organiza visitas diarias a 16 euros.

Montserrat Xixons, directora de comunicación de la Fundació Catalunya-La Pedrera, argumenta que ya en el tíquet de la entrada a la Casa Milà se informa al visitante de que el dinero del importe se destina a mantener, cuidar y rehabilitar el edificio y a impulsar los proyectos sociales de la fundación, que se extiende a equipamientos culturales y medioambientales como Món Sant Benet, Món Natura Pirineus y Món Natura Delta. «Es el único centro de Catalunya que, además de mostrar el edificio, cuenta con un espacio para explicar los pormenores de la arquitectura de Gaudí», afirma Xixons, que también destaca las exposiciones y las actividades educativas que se impulsan desde La Pedrera.

El turismo y las donaciones devienen fuente fundamental de la financiación de la basílica de la Sagrada Família. Con el incremento económico aportado por el turismo, las obras avanzan a buen ritmo. En el 2012, pagaron la entrada 3.233.526 personas, un 1% más --un aumento de 31.190-- que en el año anterior. La visita al templo y a las torres cuesta 19,30 euros. Las personas en paro tienen una entrada gratuita cada miércoles.

MÁS ACCESIBLES / El tíquet del Park Güell es el más barato de la arquitectura de Gaudí, aunque fue gratuito hasta el año pasado. El peaje provocó una gran protesta ciudadana. Las entradas cuestan 7 euros (lo mismo que la visita a Colònia Güell, en Santa Coloma de Cervelló). Hay excepciones de 4,90 euros, en caso de tratarse de jubilados, de niños de 7 a 12 años o de personas discapacitadas más acompañante. El acceso se limita a 400 entradas cada 30 minutos. Por ello se recomienda la compra anticipada.

La entrada al Palau Güell, de la calle de Nou de la Rambla, 3, es la más accesible de la arquitectura gaudiniana en el centro de Barcelona. Solo cuesta 12 euros. Es una de los pocas joyas modernistas que no está en manos privadas, ya que es propiedad de la Diputació de Barcelona. Ello propicia que la entrada sea más barata, ya que la rehabilitación del inmueble fue costeada desde las arcas públicas.

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