El genio de “Gaudí” y la finca Chocolá en Suchitepéquez
Roberto Gutiérrez

Este relato explica cómo con
producción cafetalera de Guatemala se financió una de las obras de
arquitectura más paradigmáticas y admiradas del mundo.
La historia inicia con Josep
Guardiola, (1831-1901), un joven nacido en Tarragona (Cataluña/España)),
que a los 16 años huye del hogar paterno por discrepancias
“ideológicas” con su padre; el joven era republicano y su padre
Carlista.
Al abandonar España se instala en Londres y luego en
California, en donde hace una pequeña fortuna, con la que se traslada a
Guatemala y compra en diciembre de 1875 una enorme extensión en Chocolá
(San Pablo Jocopilas, Suchitepéquez).
Como propietario de la tierra
inicia una plantación de café y de caña de azúcar, las que hizo
prosperar por su tenacidad en el trabajo y por su habilidad innovadora,
fabricando un ingenio para el procesamiento de azúcar, e inventando una
secadora de café que aún hoy se utiliza, la “secadora Guardiola”, lo que
le produjo grandes beneficios económicos durante el tiempo que gozó de
la patente; fabricaba las máquinas en Nueva York. Guardiola tuvo la
habilidad (¿o suerte?) de vender la finca en 1891, poco antes de la
caída del precio del café, a la compañía alemana “Chocola Plantagen
Gesellschaft” de Hamburgo/Alemania, empresa que la perdió como
consecuencia de la expropiación de bienes alemanes en la II Guerra
Mundial.
Posteriormente el señor Guardiola invirtió su fortuna en
acciones de la empresa constructora del Canal de Panamá, dirigida por su
diseñador el ingeniero francés Ferdinand Lesseps, proyecto que fracasó
por dificultades técnicas, y especialmente por los miles de trabajadores
que morían por causa de las epidemias.
Pero la suerte nuevamente
acompañó a Guardiola, pues los norteamericanos compraron la empresa, con
lo que pudo recuperar su fortuna.
Después de esta experiencia viajó de
regreso a España, instalándose en Barcelona, en donde casó con una
joven, Roser Segimon, 40 años menor que él.
Con ella se dedicó a viajar y
bien vivir, hasta que murió en París a los 70 años a causa de un
infarto. Poco tiempo antes de morir había publicado una gramática para
una “lengua universal” de su creación; fue un políglota que creía
necesario un idioma que facilitara la comunicación entre personas de
diferentes continentes y países.
Al poco tiempo la viuda de Guardiola se
casó con un joven, de nombre Pere Milá, quien la convenció de invertir
parte de los recursos que ella había heredado, en la construcción de un
proyecto novedoso para la época: un edificio de apartamentos, –la casa
Milá– obra que encargaron a Gaudí, el arquitecto que recién había
concluido otro insigne proyecto: la Casa Batllo, en el mismo barrio del
“Paseo de Gracia” de Barcelona. Hoy la casa Milá, a la que se le conoce
popularmente como “la Pedrera” por su apariencia gris, pertenece a una
Fundación y es visitada por millones de turistas anualmente, joya del
modernismo europeo del genial arquitecto Gaudí.
Gaudí, (1852-1926), nació en
Reus (Tarragona/España). De joven fue marxista y ateo, y ya mayor
católico ferviente. De sus obras sin duda las más reconocidas, además de
las mencionadas casa Batllo y casa Milá, son la iglesia de la Sagrada
Familia, y el parque Guell, también en Barcelona. Por haber crecido en
el campo, trasladó de la naturaleza los diseños que aplicó en las
estructuras constructivas; y fue obstinado con la perfección. En algún
momento de su vida dijo: “Para hacer las cosas bien es necesario primero
el amor, segundo la técnica”. E insistía en que esa perfección debía
llevarse al arte, a las personas y a la sociedad. Gaudí llevó una vida
austera, tanto así que cuando murió atropellado por un tranvía nadie le
reconoció pensando que era un vagabundo, hasta que se le identificó en
la morgue.
En cuanto a aquella finca en
Jocopilas, Suchitepéquez, después de expropiada a la empresa alemana fue
adjudicada, en 1981, por el INTA (Instituto Nacional de Transformación
Agraria) a la “Empresa Campesina Asociativa Chocolá”, la cual la
administra. En los últimos años se ha iniciado un proyecto de
recuperación arqueológica, que ha identificado varios objetos
precolombinos del periodo preclásico en el subsuelo. Fue de esta finca
cafetalera de donde surgió el capital para aquella obra maestra de la
arquitectura mundial, declarada Patrimonio Universal por UNESCO. Pero
muy poco se menciona el origen del capital que hizo posible esta
maravilla.
.........................................................................................Muy interesante este articulo que demuestra la universalidad y el interés internacional por la obra de Gaudí, solo haría una reflexión, seria muy difícil demostrar que Gaudí de joven fue Ateo y Marxista por lo que yo quitaría esta expresiones que desmerecen el articulo.
Luis Gueilburt
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